Todo parte de un hilo

Si bien las vestimentas más antiguas probablemente consistieron en pieles, cueros, hojas envueltas o atadas alrededor del cuerpo y algunos de éstos se deterioran rápidamente, lo que si es cierto es que el hombre es el único animal racional, y no sabemos si esa será la explicación de que sea el único que se viste.
De un tiempo a esta parte nuestra vestimenta ha sufrido numerosas transformaciones que en la mayoría de los casos han sido debidas al descubrimiento de nuevos tejidos y materiales e, indudablemente, a las tendencias que dictan los diseñadores y la moda en general.
Y pensar que todo parte de algo tan simple como el hilo, ese que si lo vemos junto a miles de hilos más se convierte en ese vestidito o polito por el que morimos cuando lo vemos en una tienda.
Es precisamente que indagando sobre esa pequeña parte que se convierte en una prenda me topé con la seda y vaya lo interesante que resultó esta búsqueda.

La seda es una fibra natural formada por proteínas y son producidas principalmente por las larvas de insectos antes de que éstas completen su metamorfosis.
Los capullos son colocados en agua y luego se cepillan para encontrar los filamentos. Varios filamentos se reúnen juntos y se ovillan sobre una rueda. Cada capullo produce aproximadamente 1500 metros de fibra, conocida como fibra de seda en bruto. Varios filamentos se combinan para formar un hilo.


Como las fibras se combinan y envuelven en la bobina pueden ser enrolladas para mantenerlas juntas. A este proceso se le llama "estirado" y la fibra resultante recibe el nombre de "hilo estirado". El tipo de hilo enrollado más fino se conoce como "único", donde ocho filamentos son enrollados juntos.
Y pensar que la tecnología va evolucionando cada vez más y más, pero ahora ya sabemos que para obtener esa prenda favorita, ésta paso por todo un gran proceso que hace que valga la pena llevarla bien puesta.

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